Los biodigestores en Bolivia
presentan una oportunidad múltiple de mejorar la calidad de vida de las
familias relacionadas con la producción agropecuaria, debido al fertilizante
generado en el proceso de digestión anaerobia, llamado biol, que alto potencial
en el aumento de rendimiento de cultivos; y por la captura y combustión de
biogás (metano principalmente, que al ser quemado se transforma en CO2, 23
veces con menor impacto ante el cambio climático), combustible que desplaza el
consumo de leña y por tanto la carga de trabajo asociada a su recolección, la
presión sobre el medio ambiente por deforestación y permite cocinar sin humo
mejorando la salud familiar.
En Bolivia ya se han tenido multitud de pequeñas experiencias por todo el país (más de 1000 sistemas), principalmente con pequeños productores lecheros del altiplano y Cochabamba, tras un proyecto de 4 años y medio ejecutado por el Programa EnDev-Bolivia de la GIZ en convenio con el Centre Internacional de Mètodes Numèrics en Enginyeria (CIMNE), centro público de investigación español. El pequeño productor lechero (aquel que tiene de 3 a 6 vacas, incluso alguna más) incorpora muy bien los biodigestores a su sistema productivo, ya que producirá biol que incrementará de un 30 a un 50% su producción de alfalfa, con ellos mayor alimentación a sus vacas, y estas mayor producción de leche, lo que se traduce en mayores ingresos familiares y consolidación de la actividad lechera de forma sustentable. El biogás puede ser empleado en la cocina o, en los casos en que ya se tiene acceso al GLP, utilizarlo para higienizar los enseres de ordeño. De este modo se cierra un clico.
El caso del ciclo quinua-llama
también es llamativo. Se tiene una experiencia piloto en Rodeo (Oruro) donde 4
biodigestores están siendo alimentados con estiércol de llama, con el interés
por parte del productor en el biol producido, que aplica a sus cultivos de
quinua. Testimonios de estos productores reportan que las pérdidas de los
cultivos de quinua por helada pasan de un 805 sin biol a un 30-20 % habiendo
aplicado biol previamente. Esto genera una gran oportunidad de difusión, apoyo
a la producción sustentable, y a no requerir de ampliar la frontera agrícola en
altiplano, al poder producir mucho mas (3 veces más) en el mismo espacio.
La tecnología empleada en Bolivia
usualmente la de los biodigestores tubulares, los cuales ya se han desarrollado
para un correcto funcionamiento incluso en el clima frio del altiplano. Estos
son los más baratos de modelos que se están implementando en el mundo, con
mucha penetración en Latino América, y de fácil instalación y transporte hasta
comunidades alejadas. Todos los materiales requeridos se encuentran en los
mercados de Bolivia. Pero por encima de la tecnología a emplear, esta la
asistencia técnica a los productores, ya que el manejo del biodigestor, su
mantenimiento, uso de biogás, aplicación de biol, aun siendo fácil y sencillo,
requiere de un cambio de hábitos al que hay que acompañar para la completa
apropiación del sistema pro parte del productor. En algunos casos se requerirá
de subsidios a los materiales e instalación del biodigestor, para poder hacerlo
accesible a los productores más empobrecidos, pero siempre tratando de que
estos subsidios sean los mínimos imprescindibles como superar esa barrera
económica que permita el acceso a la tecnología. Una información clara y
contrastada, no basada solo en los beneficios de los biodigestores, si no
también en su operación, cuidados, mantenimientos y debilidades, es
imprescindible al principio.
En Bolivia existe el Centro de
Investigación de Biodigestores, Biogás y Biol (CIB3) conformado por la
Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, las ONGs CIPCA y CPTS y el CIMNE.
En la actualidad, un
convenio entre Hivos (cooperación holandesa) y CIMNE permite dar asistencia técnica
alas organizaciones que lo requieran, además de impulsar la I+D en este área.
Otras instituciones como PROSUCO, Sembrar, SID, IRG-Prolago ya tiene n
experiencia en la gestión de proyectos, y otras como Energética y Fundación
Valles han mostrado su interés en profundizar en este tipo de tecnología.
Además hay un grupo pequeño de productores dispersos por el país que han
aprendido a instalar, operar y transferir la tecnología a otros.
Existe un 'Estudio de
Factibilidad para un programa nacional de biogás para Bolivia' publicado en
2012, realizado por Hivos, SNV, CIMNE y Soluciones Prácticas, disponible en: http://redbiolac.org/biblioteca/PNB_Bolivia_factibilidad_2012.
Esta situación nacional
ofrece un gran potencial para la diseminación de los biodigestores en Bolivia
como una herramienta adecuada para ayudar a reducir la pobreza energética,
incrementar la agricultura sustentable, fortalecer la soberanía alimentaria, la
mitigación y adaptación al cambio climático, la mejora de salud familiar,
convirtiéndose en un instrumento versátil, que sin solucionar todos los
problema coadyuva a resolverlos y buscar otro modo de producción agropecuaria
más integrada.
Jaime Martí Herrero
Doctor Investigador
Cochabamba · Bolivia
Tel. (+591)-73 090 621
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